Filloas: una receta gallega fácil con pocos ingredientes y un delicioso sabor

Las filloas son una delicia gallega tradicional, que hoy venimos a explicarte cómo hacer paso a paso. Existen tantas variedades de filloas: de leche, con o sin azúcar, las que combinan leche y agua.

Rellenas de crema o en forma de milhojas. Las que se sirven con almíbar o miel, las que se sirven solas. En fin, sigue esta receta para probar unas riquísimas.

Ingredientes
250 g. de harina trigo de todo uso

3 huevos camperos

1,125 l. de caldo espinazo de cerdo, costilla, lacón…

1 trocito de tocino de cerdo

Procedimiento
El primer paso para preparar filloas deliciosas es utilizar como líquido, el caldo de cerdo. Este caldo puede obtenerse de la preparación de un cocido gallego a base de espinazo de cerdo, costilla y lacón. Lo que sigue es reservar la cantidad necesaria y, cuando esté frío, guardarlo en el refri.

Al siguiente día, ya podrás desgrasarlo con mayor facilidad, ya que el frío hará que la grasa se solidifique y suba a la superficie del caldo. Entonces, simplemente con la ayuda de una cuchara, ya podrás quitarla sin mayores inconvenientes. Ahora, en un bol bate los huevos y añade el caldo desgrasado. Incorpora, poco a poco, la harina, sin dejar de mezclar. La preparación debe quedar sin grumos.

Lo que sigue es simple: dejar que la mezcla repose durante una hora. Mientras tanto, en este tiempo, notarás que la harina abrirá y dará por resultado una crema espesa y densa. Cuando pase el tiempo del reposo, dispone en una sartén antiadherente el tocino de cerdo y llévala al fuego.

Ahora termina de incorporar bien todos los ingredientes de la mezcla de las filloas y añade a la sartén, cuando esté bien caliente, un cucharón de la mezcla. De acuerdo al tamaño de la sartén, añadirás más o menos cantidad de preparación. Debe quedar una capa fina, si es que los creps te gustan de ese grosor. Mientras giras la sartén, extiende el relleno por toda la superficie y devuélvela al fuego, que debe estar medio bajo.

Deja la filloa en el fuego hasta que la veas dorada por su parte inferior. Tal y como sucede con las crepas, notarás el punto a medida que veas que los bordes se separan de la sartén y aparecen burbujitas en la superficie. Ese es el momento de levantar la filloa de una de las esquinas y darle vuelta. Deja que se cocine uno o dos minutos por esta segunda cara y retira.

Recuerda controlar la temperatura de la sartén, ya que no debe estar excesivamente caliente para que no se queme. Entre filloa y filloa unta con el tocino la sartén, para evitar que se peguen. Colócalas unas encima de otras durante la preparación. Es una receta tanto para disfrutar fría como recién hecha.

Filloas: una receta gallega fácil con pocos ingredientes y un delicioso sabor

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